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Las uvas como las oportunidades, a su tiempo maduran Todo llega en el tiempo exacto

  • Por: Diana
  • 28 jun 2016
  • 4 Min. de lectura

¿Les ha pasado que esperan algo tanto tiempo y a veces hasta aventamos la toalla porque no llega?, pues tengo que decirles que todo llega a su tiempo, esto es lo que quiero transmitir esta vez. No debemos estar ahí sentados esperando que sucedan las cosas, es mejor hacer que las cosas sucedan.


Y, ¡les confieso algo! Uno de mis peores defectos es mi eterna falta de paciencia. Sí, odio esperar y quiero todo ya. Seguramente no soy la única persona desesperada en este mundo.


Estoy segura que hay situaciones en la familia, en el trabajo, con los amigos y en la vida que nos gustaría que pasaran, y que por más que las manecillas del reloj sigan girando, lo único que sucede es que la espera continúa siendo mayor.


Les cuento esto porque creo que ser pacientes es más importante de lo que nos imaginamos. En todo ámbito es vital saber que las cosas buenas y los resultados toman tiempo y que no se dan siempre de la noche a la mañana.

No se trata de desesperarnos, y les pregunto, ¿a ustedes, qué les motiva a levantarse de la cama todos los días y salir a la jungla de asfalto a dar lo mejor de sí mismo? Les doy un momento para pensarlo ¿Ya lo tienen?… ¡Ok continúen!


No soy de las que les gusta decir “Bueno, lo intenté”. Me gusta ser de las que dice “Lo logré”, así que compartiré estos dos cuestionamientos para que se despejen la mente y puedan replantear lo que buscan, o bien, se fijen un objetivo:


¿Qué hago día a día que me pone cerca de mi meta?

Lo pregunto porque muchas veces he escuchado que dicen “Merezco al mejor novi@ del mundo”, o “La vida es injusta conmigo” y la merita verdad los únicos que podemos responder eso ¡Somos nosotros mismos! porque por ejemplo, si creen que merecen un aumento de sueldo y son de los que llegan tarde, sólo se limitan a hacer lo que se necesita, y no mejoran sus resultados, pues les digo mucha suertecita, porque estoy segura que una oportunidad de ese tipo difícilmente llegará. Podría ser si se esfuerzan, dan el extra y proponen cosas nuevas para mejorar el rendimiento y eso aplica para casi cualquier cosa.


Resulta que quieres al mejor novi@, ¿Das lo que exiges? Incluso puede que a pesar de que lo hagamos veamos truncada esa oportunidad, pero bien dicen que “El que no habla Dios no lo oye”. Las bases ya la tenemos, y las acciones demuestran que lo merecemos: ¡díganlo, espérenlo, decrétenlo y sucederá! ¿No me creen? Cambia tus malos hábitos y cambiará tu vida.


¿Y a mí, cuándo me toca?

Es típico que de pronto vemos que a todos les va mejor, que en una empresa logran un ascenso rápido, o que los amig@s son los más felices del mundo, ya se casaron o se van casar, tienen hijos y mientras ustedes siguen solter@s, y se preguntan ¿y a mi cuándo me toca? Pues lo repito ¡en sus manos está la respuesta! Las cosas no suceden de la noche a la mañana, todo lleva un tiempo, y si saben que están haciendo y dando lo mejor, sólo esperen la reacción de esas acciones… con paciencia.


A veces cuando queremos apresurar las cosas y no es el momento oportuno notamos como todo se torna difícil, es como si se cerraran los caminos. Intentar hacerlo a toda costa dará por resultado que ocurran ciertas otras que nos hacen llegar a pensar que tenemos mala suerte, pero en realidad lo que sucede es que no es el momento adecuado.


Cuando por fin quede embarazada de mi hijo, algo por lo que luché y busqué por mucho tiempo y años -incluso llegué a dudar de que algún día lo lograría-, pero cuando sucedió me di cuenta que todo llega a su tiempo: cuando luchamos, nos esforzamos, lo hacemos con pasión y cuando realmente lo deseamos.


Todo ocurre a su debido tiempo, no es necesario apresurar o adelantar las cosas, si es su momento ocurrirá. Si no es su momento por más que lo forcemos no pasará, solo conseguiremos sufrimiento y frustración. Cuando estemos listos llegará, si aún no estamos listo no podremos recibirlo o percibirlo.


“Hay un tiempo para cada cosa y un momento para hacerla bajo el cielo:

Hay tiempo de nacer y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para recoger lo plantado. Un tiempo para dar muerte, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir. Un tiempo para llorar y otro para reír; un tiempo para los lamentos, y otro para las danzas. Un tiempo para lanzar piedras, y otro para recogerlas; un tiempo para abrazar, y otro para abstenerse de hacerlo. Un tiempo para buscar, y otro para perder; un tiempo para guardar, y otro para tirar fuera. Un tiempo para rasgar, y otro para coser; un tiempo para callarse, y otro para hablar. Un tiempo para amar, y otro para odiar; un tiempo para la guerra y otro para la paz”. Eclesiastés 3

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Diana Figuereo 
Madre y Emprendedora
a los 40

"Me di cuenta de que hay muchas páginas que ofrecen información para la mujer, muchas con el proposito de vender un libro, un curso, un taller, ninguna sin fines de lucro que solo sirva al apoyo que necesitamos como mujer. Existe una necesidad evidente de un espacio especializado e informativo que ofrezca una gama completa de artículos y consejos gratuitos prácticos escritos especialmente para la mujer – madre – emprendedora de cuarenta-y-tantos."

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