Las Pequeñas Grandes Cosas… La Felicidad vive en ti, ¡Encuéntrala!
- Por: Diana
- 9 may 2016
- 3 Min. de lectura

Alguna vez en conversaciones de temas variados con los amigos les han salido uno de ellos con la frase típica ¡Necesitas un Hombre!, si eres mujer; o ¡Necesitas una mujer!, si eres hombre, y en el momento no saber ni que contestar para no llegar a ofender. Les cuento que hace unos días me lanzaron esa frase, y en lugar de responder de inmediato, me puse a meditar la mejor respuesta que le podía dar a esa persona.
Esta vez voy a sonar como enojada, pero estoy segurísima que no soy la única a la que le ha pasado esto. Y es que, nacemos, crecemos, estudiamos, nos preparamos para conseguir un trabajo y todos los proyectos que nos planteamos conseguir en la vida, nos va mal, nos hacen la vida imposible, soportamos burlas, nos roban ideas, nos gusta una persona de nuestro entorno laboral o estudiantil, nos enamoramos, ayudamos a esa persona de quién nos enamoramos o que nos gusta… Y ese mismo tont@ que nos enamoró, se aprovecha de la circunstancia, o nos quiere solo para “pasar el rato”, y de pasadita perdemos nuestra gran oportunidad de trabajo, y hasta algunos en momentos tienen la valentía de decirnos -no te confundas sólo podemos ser “amigos” - ¡Ja!, si así tal cual, pero y ¿Con qué derecho?, entonces pregunto ¿Quién no se en…canijaría? Cuando te mencionan esa gran frase de “Necesitas un Hombre”, o “Necesitas una mujer”.
Todos podemos hablar del amor y de que si es lo más lindo y lo mejor del universo, pero una cosa que nadie nos cuenta y que sería bueno que nos dijeran es que hay que ponerse listos porque también hay hombres y mujeres que sólo quieren aprovecharse ¡y uno por más tont@ cae! nos pagan con babosadas y encima resulta que quién está mal es uno ¡POR FAVOR!.
Lo más común en la sociedad en la que vivimos es tener pareja, o al menos eso es lo que nos han hecho creer; lo vemos a través de los medios de comunicación, de la literatura y en nuestra educación. Seguro que recordarán a más de un familiar preguntándoles – ¿para cuándo te vas a echar novio/a? -, ya desde la más tierna infancia. Buscar pareja se puede llegar a vivir como algo obligado, haciéndonos sentir mal el hecho de no tener pareja.
Por favor, no descuiden por alguien que no vale la pena, aquellas cosas que, por más simples que parezcan, importan realmente en la vida. Pasen tiempo con sus seres queridos y con ustedes mismos a solas; descubran quienes son y aprendan a disfrutar de la soledad oliendo las flores, brincando en los charcos después de la lluvia como cuando eran niñ@s, riendo con sus amigos y construyendo momentos inolvidables.
La cuestión importante de este asunto es saber que el hecho de tener una pareja forma parte de una elección, no de una necesidad. En el momento que surge como una necesidad, aparece la dependencia, el conformismo y la posesión, de tal forma que construimos una relación basada en la desesperación.
Quizás eres de aquellas personas que no pueden estar sin un novi@ y que terminan con un@ y rapidito consiguen otr@ porque tienen miedo de quedarse “Para Vestir Santos”. Pues, aunque no les guste nadita lo que diré, la verdad es que no necesitamos de nada ni de nadie para salir adelante y conseguir lo que anhelamos en la vida. Así que es hora de enfocarse en lo que realmente nos dará frutos; pongan atención a las metas que están en su cabeza y olvídense de lo demás.
Y es que, son esas ganas de querer salir adelante y conseguir los frutos deseados, las pequeñas grandes cosas a las que me refiero y que, con el tiempo y paso a pasito, van llenando el corazón de grandes lecciones que hacen crecer y ver lo afortunad@s que somos, pero sobre todo nos van enseñando el valor de los detalles pequeñitos de la vida que a veces dejamos a un lado.
Por eso, los invito a tomarse un minuto en el día para descubrir que el cariño de la familia, amigos y gente que nos rodea, juegan un papel importantísimo que les demostrará que el amor está siempre presente en nuestras vidas para fortalecernos. Entonces entenderán que, después de todo… la felicidad no es tener a un hombre o una mujer al lado.
“Saber situar el amor en nuestra vida y saber situarnos en el amor requiere un trabajo de crecimiento personal para no confundir el amor con otras cosas: la posesión, la presión, la anulación, etc. Desarrollar en el día a día el arte de amar es entender el amor como un arte: el arte de compartir, de la armonía, de la creación.” (Fina Sanz)
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